El ácido fólico es un nutriente esencial (el organismo no puede sintetizarlo por lo que debe aportarse a través de la dieta), clasificado como una vitamina hidrosoluble del grupo B. Resulta necesario para la formación de proteínas, hemoglobina y para el desarrollo del sistema nervioso del feto. Las deficiencias de ácido fólico en las embarazadas pueden provocar en el bebé daños o defectos como la espina bífida, meningocele y/o anencefalia. Se estima que el 75 % de los defectos de este tipo se pueden prevenir con la ingesta de 400 microgramos diarios de ácido fólico durante el mes previo a la concepción y durante los 3 primeros meses del embarazo. Algunas de las principales fuentes de ácido fólico son los vegetales de hoja verde, el hígado, las legumbres, cereales integrales y sus derivados, etc. Algunas sustancias como el alcohol, los estrógenos, medicamentos anticonvulsivos interfieren en la absorción y utilización del ácido fólico. Otro dato a considerar es que el ácido fólico se destruye con el calor por lo que hay que no es recomendable cocinar los alimentos más tiempo del necesario.
viernes, 16 de julio de 2010
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